La convivencia entre personas de distintas edades en una misma oficina enriquece el ambiente laboral, aporta puntos de vista diferentes y ayuda a crecer a nivel profesional.
Es la oportunidad perfecta para aprender de experiencias, habilidades o visiones distintas a las nuestras, pero no todo el mundo es capaz de escapar de los prejuicios. Tener la mente abierta, respetar las ideas de los demás y tener una cultura inclusiva son algunas de las claves para sacar partido a la diversidad generacional.